En la etapa de arranque de un negocio suele haber muchas expectativas de ingresos futuros, así como muy pocas o ningunas ventas presentes. Seguramente hay muchos clientes potenciales y ninguno comprometido ya con órdenes de compra. En esta etapa hay pocas posibilidades de endeudarse y obtener financiamiento mediante la vía de préstamos que requieren garantías y un cronograma estricto de pagos.

El capital para el arranque y desarrollo del negocio suele ser bastante escaso en componentes monetarios y en otros activos indispensables para la sostenibilidad y crecimiento de la empresa. ¡Suele haber mucho entusiasmo y compromiso de los fundadores del negocio, abundantes ideas, conocimientos y capacidades, muchos activos intangibles, al mismo tiempo que límites muy importantes en la disponibilidad de dinero en efectivo y de recursos costosos como empleados, equipos, inventarios y espacios físico!

No hay duda que el desarrollo de la nueva empresa requiere en primer lugar de un equipo de fundadores que se ampliará progresivamente a personas que lideran los procesos clave, a empleados y asesores, y, si el negocio lo requiere por su tamaño y complejidad, a inversionistas que aportan capital emprendedor (venture capital).

¿Cómo atraer a personas capaces para conformar el equipo inicial de fundadores? ¿Cómo ampliar ese equipo a empleados de alto nivel y a asesores claves para el desarrollo del negocio? ¿Cómo convertir el futuro promisorio de una empresa en instrumentos financieros que puedan ofrecerse a los miembros del equipo fundador, a los primeros empleados y asesores, y a quienes aporten los primeros activos monetarios?

Estas preguntas trasnochan con frecuencia a los promotores de un nuevo negocio y a los fundadores de una empresa naciente. Están presentes en todos los emprendedores al comienzo de su actividad. En Negociosdigitales hemos contribuido con numerosos equipos de emprendedores a responderlas. Hace ya varios años escribí unos comentarios sobre metodologías que atienden este tema por la vía del reparto de la propiedad inicial de una empresa.  Esos comentarios siguen vigentes. Son válidos para la creación de emprendimientos dinámicos. Es decir, para nuevas empresas con un alto potencial de crecimiento, con expectativas de generar mucho valor para sus accionistas.

Nuestros apreciados amigos Aramís Rodrígues y Edwin Ojeda, del Centro de Emprendedores del IESA, han publicado un trabajo excelente en Debates IESA llamado El primer negocio es con el socio: ¿Cómo negociar acuerdos entre emprendedores? que contribuye a responder las preguntas que hemos planteado. Recomiendo ampliamente leerlo.

Por otra parte, en un video muy reciente que recomiendo también, el profesor Karl L. Ulrich de la Universidad de Wharton, discute este mismo tema. Para ver completo este video es necesario inscribirse en un curso sobre emprendimiento en Courseraun curso sobre emprendimiento en Coursera.